Foo Fighters
La banda americana consentida
Por Benjamin Salcedo
Hay bandas que son adoptadas por el público en un determinado momento de su historia. Tienen carreras consistentes y casi todo su trabajo es apreciado, pero hoy en día hay una que, haga lo que haga, es la consentida del público estadounidense, más aún cuando recientemente fueron víctimas de una tragedia.
Ellos son los Foo Fighters.
Dos muertes han marcado la vida profesional de Dave Grohl, la primera obviamente cuando Kurt Cobain estúpidamente decidió volarse la cabeza y terminar así con Nirvana, una de las bandas más importantes del grunge de los 90s y por supuesto la más reciente y muy dolorosa muerte de Taylor Hawkins, su compañero, amigo y baterista por sobredosis hace unos pocos días.
Ante la desgracia de la muerte de Cobain, Grohl se sobrepuso, tomó el liderato y conformó una nueva banda Foo Fighters con un nombre inspirado en los extraterrestres y la ciencia ficción. Así llamaban los pilotos estadounidenses a los objetos voladores no identificados que parecían tener procedencia alienígena.
Gran parte del éxito de Foo Fighters y de Dave en particular fue reemplazar ese gran desánimo que Kurt Cobain mostraba en su música y personalidad con energía y optimismo, el fracaso nunca fue una opción en su vida y así lo ha demostrado. Pero ni el más creyente fanático llegó a imaginar el suceso que sería, nunca pensaron que el rayo caería dos veces en el mismo lugar.
El disco homónimo sale a la luz todavía con una fuerte influencia de Nirvana y del sonido de Seattle de los 90. (Dato curioso Grohl nació en Ohio, no es de la cuna del grunge). Fue hasta el segundo álbum del grupo The Colour and The Shape del 97 en que se nota una identidad propia, una banda diferente. También es cuando se integra el rubio y poderoso baterista Taylor para ocupar el lugar detrás de los tambores de la banda y no dejarlos el resto de su vida. Hay varios temas que se convirtieron en himnos americanos como “My Hero” y sin duda, la sublime “Everlong” y con el resto del material conforman uno de sus discos más brillantes.
Pero uno de los momentos más importantes de la carrera del grupo estaba por ocurrir, cuando aparece el tercer álbum There Is Nothing Left To Lose y con este la canción “Learn to Fly” la cuál llegó al #1 de las listas de Bilboard, esa canción les abrío las puertas de la popularidad y el éxito mundial. También “Breakout” se volvió indispensable en sus conciertos, otro gran álbum que solidificó la carrera de la banda. Hay una versión realizada por 1000 personas en Cesena Italia que vale la pena que disfruten, un tributo que provocó que el grupo fuera a esa pequeña ciudad a tocar. (Ver video)
También Taylor Hawkins empezaba a destacar por su cuenta. Había sido baterista de Alanis Morissette antes de unirse a los Foo, pero en 2006 lanza un disco llamado Taylor Hawkins and the Coattail Riders (en total grabó 3 discos con esa banda), además en los conciertos de Foo Fighter Grohl le daba la oportunidad de cantar algunas canciones, mientras que élse hacía cargo de la batería.
La historia de la banda siguió creciendo, haciendo discos de covers como Medium Rare o más recientemente su homenaje a los Bee Gees, multiples eps con temas en vivo, covers y rarezas, sus más recientes trabajos son extraordinarios como Concrete and Gold y el más reciente Medicine at Midnight. Son el grupo con más premios Grammy ganados (15 en total) con los 3 que recibieron en la más reciente entrega.
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