Tina Turner
Adiós a la reina del Rock & Roll
por Benjamin Salcedo
Si bien ya tenía algunos años alejada de los reflectores, duele saber que ya no estará entre los mortales, que todo su talento y carisma serán leyenda, deseando que las nuevas generaciones descubran todo el valor que había en esa mujer incomparable.
Hace 5 años hizo su última aparición en público para la presentación de su musical Tina, en el teatro Aldwych de Londres, ya se veía a una mujer muy mayor, cansada pero siempre sonriente, optimista, muy lejos de mostrar todo ese peso que cargó sobre sus hombros al inicio de su carrera, un ejemplo de resiliencia y amor propio que aunque tardó, finalmente afloró para servir de inspiración a millones de mujeres en todo el mundo.
La carrera solista de Tina no es muy extensa musicalmente hablando, sus inicios como parte del dueto de Ike & Tina Turner fueron muy importantes en su época, una pionera en todos los sentidos, desde la década de los años 60 colocó hits populares en su interpretación, dándole nueva vida a canciones como “River Deep, Mountain High” o “Proud Mary” de los Credence, su carrera está llena de covers a los que le impregnó su estilo único y los convirtió en algo diferente, como “Help” de los Beatles, “Addicted to Love” de Robert Palmer y tantos más.
Hizo cuatro discos solista poco relevantes, ya que aún era parte del dueto y no había emprendido una carrera propiamente, sus grabaciones de los años 70 son simples muestras de su talento más no una propuesta como la que tendría en la década siguiente.
Sobrevivió con trabajos a una vida traumática y se levantó, se enfrentó a su némesis y de cero logró consolidar una carrera extraordinaria, abundante en grandes canciones y con el cobijo de los músicos más grandes de la historia contemporánea y sobre todo de la empatía del público.
Hay 5 discos básicamente que hacen la historia de esta estrella llegar hasta los más recónditos reproductores de música, del Private Dancer de 1984 al Twenty Four Seven de 1999, en 15 años derrochó todo su talento, se reunió de los mejores productores, se dejó guiar por Roger Davis un brillante hombre de negocios y manager quien le ayudó a conseguir su sueño, ser la primera mujer afroamericana en llenar estadios como lo hacían los Rolling Stones, lo hizo cientos de veces por todo el mundo. Se convirtió en esa figura que todos amaron, la que enseñó a bailar a Mick Jagger, la que enfrentó en talento vocal y escénicamente a David Bowie, cantó con Bryan Adams, Sting, Eric Clapton, Rod Stewart, combatió con Mel Gibson en Mad Max III, hizo alucinar a Roger Daltrey y todo The Who en Tommy, inspiró a Beyoncé, interpretó un tema de James Bond, brilló en Live Aid cantando con una pléyade de estrellas, esa era Tina Turner, una mujer irrepetible.
Ahora todo el mundo rendirá homenajes, se harán especiales y volverán a la popularidad sus canciones, películas y documentales. Lamentablemente tuvo que partir de este plano para volverla a tener sonando en los altavoces o auriculares, sin embargo, es un extraordinario pretexto para estremecernos nuevamente con esa voz y disfrutar la belleza de su música y de la persona que era. La pérdida ha sido enorme.
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