Una metamorfosis radical rayando en lo genial
Por Benjamin Salcedo
Una de las bandas más importantes del nuevo siglo, ha logrado transformarse por completo, cambiando radicalmente su sonido original, pero conservando la genialidad y calidad, algo novedoso con influencia vintage por contradictorio que eso suene.
Lejos han quedado aquellos días en que Alex Turner y compañía ametrallaban con riffs y tambores los recintos de su natal Sheffield en el Reino Unido, ese grupo radical que rayaba en el britrock-garage-punk y cantaba desgañitándose fue evolucionando hasta llegar a una deliciosa amalgama de sonidos diversos que nos transportan a un pasado muy lejano. Seguramente quienes veneraban su estilo inicial deben de estar sorprendidos con la transformación.
Su nuevo disco The Car es una verdadera muestra de riqueza sonora que te transporta a otra época. El sencillo “I Ain’t Quite Where I Think I Am” nos envía a los años 60’s, a esos ambientes musicales a la Burt Bacharach, una guitarra con pedal de wah-wah acompañando una delicada melodía mientas se oye el arreglo de orquesta en el fondo. Estamos hablando de la misma banda que creara Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not (2005) y el segundo Favourite Worst Nightmare (2007) y nos volaron la cabeza con su poderoso ritmo y calidad.
Pero esto no es negativo, por el contrario, nos encontramos ante la evolución de un grupo que tiene mucho talento. Su cantante, multinstrumentalista y líder Alex Turner compone todo el disco, acompañado por Jamie Cook en la guitarra, el bajo de Nick O’Malley y la batería de Matt Helders, con invitados como el talentoso James Ford que ya es un asiduo en los discos del grupo y que conociera en The Last Shadow Puppets. Los Arctic Monkeys nacieron y se dieron a conocer en Internet desde sus inicios logrando romper paradigmas en la industria musical y alcanzando un estatus de superestrellas rápidamente.A partir de su quinto disco AM (2013) comenzaron a bajar las revoluciones y sin perder un ápice de encanto lograron la aceptación de los críticos más duros, alcanzando algo que ninguna otra banda había logrado previamente, que es ganar por tercera ocasión los dos premios más importantes de su país: Mejor grupo británico y álbum del año. Su mezcla de beats de percusiones de hip hop con rock muy británico y cadenciosas melodías lo volvió algo completamente diferente.
Otro factor que ha influido mucho en el sonido de la banda es la experiencia extra banda de Turner con el genial Miles Kane (The Rascals), con quién en 2008 formó The Last Shadow Puppets, una experiencia musical diferente a los proyectos de ambos, ahí ya transitaba entre un pop barroco y ese sonido sesentero tipo película de James Bond, en donde las cuerdas y los metales tienen perfecta cabida y enriquecen las melodías. En ese momento conoce a James Ford. Un cambio radical que con Everything You’ve Come to Expect el segundo experimento de 2016 sin duda influyó profundamente a Turner para el sonido que Arctic Monkeys obtendría un par de años después.
Tranquility Base Hotel & Casino es un disco extraordinario que hipnotiza con su riqueza musical, una reinvención sorprendente, un viaje desconcertante más allá de los territorios conocidos pero atractivo y seductor. Eso los llevó al Royal Albert Hall a plasmarlo en concierto con temas de sus discos anteriores.
Dale click al siguiente enlace y disfruta de una playlist con las 21 canciones que interpretaron en su último concierto en la Ciudad de México en sus versiones en estudio
Setlist de Arctic Monkeys en 2018 en la CDMX
Ahora llega The Car y esa magia continúa, el sonido prevalece y nos encontramos ante una banda que ha encontrado un nuevo sendero, donde la música electrónica (pero realizada con sonidos antiguos de mellotron y moog), el funk, un toque de lounge, más pop barroco como en anteriores trabajos, glam rock y hasta un poco de bossa nova, jazz y soul dan como resultado un disco excepcional que hay que escuchar varias veces para irlo degustando en su totalidad.
Arctic Monkeys
505
Live at Reading Festival 2022