Amy Winehouse
La voz que calló hace una década
Por Benjamin Salcedo
Sin lugar a dudas Amy Winehouse es la mejor voz blanca que nuestra generación ha conocido.
Ya son 10 años desde que la noticia de la muerte inminente de la cantante británica se dio a conocer, digo inminente porque fuimos testigos de su paulatino deterioro hasta llegar al triste desenlace. Ese 23 de julio de 2011 la voz más potente, distintiva y espectacular que habíamos escuchado en una mujer sin melanina corriéndole por las venas, había callado definitivamente.
Lamentablemente su carrera fue muy corta, en vida solo dio a conocer un par de discos, sin embargo, quienes la escuchamos desde el primero de nombre Frank, sabíamos que estábamos ante algo histórico, esa voz que salía de nuestras bocinas o audífonos parecía que había viajado en el tiempo desde la década de los años 60s y que había cambiado de cuerpo de una robusta afroamericana en una delgada y en ese momento atractiva chica blanca de oscuro cabello y enormes ojos.
Con una guitarra y su poderosa voz se abrió paso desde niña llegando a ser vocalista de la Orquesta Juvenil Nacional de Jazz a sus escasos 16 años y sus 20 estaba dando a conocer su primer álbum. En 2003 ese disco debut de inmediato taladra tu sentido auditivo y surge de inmediato el cuestionamiento ¿quién canta?
Una naturalidad que erizaba la piel, sin mayor esfuerzo transitaba por la canción pintando un colorido y original lienzo sonoro. Esa Amy mostraba que estaba lista para romper el negocio musical como la nueva gran estrella que todo el mundo estaba esperando, aunque no lo supieran.
Parecido a una noche en un oscuro bar, el primer álbum pasa de principio a fin dejando una sensación de nostalgia, pero a la vez de intriga. ¿De dónde salió esta mujer? Uno escucha “You Send Me Flying/Cherry”, “Stronger Than Me” o “Fuck Me Pumps” y no hay duda de que esas terapias que el padre le dio de Frank Sinatra -a quién hace alusión el título- habían funcionado a la perfección. Nominaciones a los Brit Awards y al Mercury Prize fueron inevitables.
Pero llegaría la alineación de estrellas en el firmamento y para su segundo disco Back To Black con mejores canciones, hablando de experiencias amorosas, que en esos días vivía con su pareja Blake Fielder -a quien se le atribuye haberla inducido a las drogas- pero que logra canalizar en temas estupendos, plagados de sentimiento y en donde su voz florece hasta dimensiones inimaginables.
Aparece la figura de un joven y extremadamente talentoso productor, Mark Ronson quien es en gran medida responsable del tremendo suceso que se deriva de esta soberbia producción. Un trabajo impecable y los éxitos empiezan a sucederse uno tras otro, así como la conquista del mundo entero que ya conoció a la Amy que todos recordaremos para siempre. Los premios y reconocimientos se vinieron en cascada, temas como “Rehab”, “Tears Dry On Their Own”, “Back to Black” se volvieron eternas y conforme su éxito y popularidad crecían, también su cuerpo se transformaba, perdiendo sus curvas hasta llevarla a una delgadez bulímica enfermiza, su cuerpo se comenzó a llenar de tatuajes y su cabello en algo que se volvería famoso por su volumen y longitud.
Se convirtió tristemente en otro miembro del fatídico grupo del “Club de los 27” (Morrison, Hendrix, Janis, Kurt Cobain, etc…) en gran medida por la nefasta influencia de su marido Blake quien la llevó a un mundo oscuro de drogas y alcohol del cual ya no pudo regresar.
De esa manera una mañana, el barrio de Camden en Londres Inglaterra, se nubló –aún más- con la noticia de que la gran estrella había dejado este plano terrenal.
Se lanzó un disco póstumo con material que había dejado grabado y que todos habíamos estado esperando bajo el nombre de Lioness: Hidden Treasures con temas brillantes que ya nunca escucharemos en su interpretación.
Hace unos días tuve la oportunidad de platicar con Mark Ronson, una de las personas más cercanas en carrera y vida personal y le pregunté si había escuchado en estos 10 años a alguna artista que tuviera el potencial de Amy, me respondió inmediatamente. “No, llevo diez años buscando a esa artista para poder darla a conocer, pero no la he encontrado”.
Y seguramente pasen otros más para que aparezca, esperamos llegar a escuchar y conocerla.
Amyy Winehouse
Stonger Than Me (Live) 2003
